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Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

Bubierca en tiempos de Anthona

2.- La reconquista de Bubierca
 
Actualizada el 27 de febrero de 2014


No se me ocurre otro término que reconquista para definir la toma de Bubierca por Alfonso I el Batallador para integrarla al Reino de Aragón. Físicamente lo fue. Lo que no tengo tan claro es si constituyó, a corto plazo, un cambio para mejor o para peor.

En el Siglo XII, Bubierca, al igual que el resto de la hoy comarca de Calatayud, se encontraba bajo el control árabe desde varios siglos atrás. Aquella Voberca, aldea celtíbera que en época romana fue citada por Marcial como lugar de abundante caza, y que al parecer estaba ubicada junto al río más o menos en el paraje que hoy conocemos como Santa Catalina, fue desplazando su caserío hacia el cerro del otro lado del río. Infiero que dicho traslado de emplazamiento fue debido a varias razones. La primera a que el Jalón se desbordaba con frecuencia, llevándose por delante sus precarias viviendas. Supongo también que dado que con los árabes llegó el aprovechamiento y canalización del agua para riego de la fértil vega, tener las casas sobre tierras productivas era desaprovechar esos suelos. Y por último, con el largo historial de invasiones romanas, bárbaras y árabes, subirse al cerro y fortificarse era lo más conveniente.

Efectivamente, las acequias de Bubierca a ambos lados del río Jalón, con su trazado en el límite de los cerros con la vega, tal como las vemos en la actualidad, fueron obra de los árabes. Con ellos, la agricultura de secano o de pura recolección de frutos salvajes se transformó en agricultura de regadío en la vega y de secano en los montes.

Y esa no fue la única transformación del paisaje causada por los árabes. Las eras de Bubierca, construidas a pico y pala en la vertiente sur del cerro en el que se asienta hoy el pueblo, formando plataformas escalonadas en el mismo, son también una espectacular y poco reconocida obra típica de los árabes.

Así pues, cuando en el año 1120 Alfonso I el Batallador y sus tropas conquistaron Bubierca se encontraron con una población agrícola bien dotada para producir lo suficiente para una buena autosubsistencia de su población.

La conquista del Rey de Aragón en la comarca no fue, ni mucho menos, la primera escaramuza que se vivió en la zona entre árabes y reinos cristianos. Por ser una tierra de transito entre la meseta y el valle del Ebro, estuvo sujeta a muy diversas acciones bélicas. Por ejemplo, en 1054, la hueste catalana comandada por Umbert de Sesagudes, que combatía en lo que se denominaba Hispania, se rebeló estando en Alhama de Aragón contra el conde de Barcelona.

También, si damos por ciertos, como así hace la mayoría de historiadores, los hechos relatados en el Cantar del Mio Cid, éste conquistó Bubierca en el año 1071. Por cierto, en algún libro antiguo se llegaba a aventurar que el Cantar, de autor anónimo, pudo ser escrito por un tal Pero Abbat de Bubierca debido a lo bien que se describe la comarca. Pero solo era una corazonada de algún historiador sin mayor fundamento.

La entrada de Alfonso I el Batallador en la comarca de Calatayud no fue cosa de coser y cantar. Todos los pueblos, incluido Calatayud, estaban defendidos por castillos en los que su población se refugiaba para repeler las agresiones externas. De ese modo la conquista se fue haciendo de manera lenta y pueblo a pueblo, pero sin un frente de batalla claro. Así, mientras Bubierca cayó en 1120, dos años después de la toma de Zaragoza, Ateca y su castillo solo cayeron en manos del rey aragonés en 1122. En ese mismo año, Alfonso I fundó en Belchite la Militia Christi, primera orden militar de Aragón y de la Península, que tuvo su sede en Monreal del Campo, teniendo como finalidad la lucha contra los infieles. Fue desmantelada en 1143.

Tal fue el ir y venir de huestes acechando pueblos y castillos de la comarca que por ejemplo se sabe que en 1123 Alfonso I conquistó Medinacelli, expulsando a los musulmanes de la actual provincia de Soria, mientras que un año después, en 1124, Bubierca es citada como límite del Reino de Aragón.

Alfonso I, haciendo honor a su sobrenombre de Batallador, llegó, en una de sus campañas entre 1125 y 1126 a sitiar ciudades de Al-Andalus, liberando mozárabes (cristianos residentes en territorios árabes de la Península).

Como he citado antes, la práctica habitual al conquistar una plaza era la de expulsar a los musulmanes. Si bien no todos se iban, es bien cierto que la comarca de Calatayud vio muy mermada su población, lo cual obligó al Rey a repoblarla. Y ahí es donde llegaron a la comarca los ancestros de nuestra bubiercana Anthona Garcés de Aycoza.

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