Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal
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Hasta 2011 esta sección había estado muy desangelada porque me resultaba muy dificil recopilar información de la historia de Bubierca desde la lejanía. Con la digitalización de muchos archivos históricos y su puesta a disposición pública a través de internet, cada vez he ido obteniendo más y más datos históricos. Pero mi gran fuente está siendo Mari Reyes, quien se está recorriendo archivos municipales y provinciales de Zaragoza buscando cualquier referencia que pueda existir sobre Bubierca. Con lo que ya me ha enviado estoy en disposición de cambiar buena parte de la sección de Historia.
Primero tengo que decir que para aquellos interesados en la historia de la comarca de Calatayud en su conjunto, recomiendo la excelente página www.calatayud.org que la lleva Antonio Utrera de forma particular.
Y segundo, recomendar que leais hasta el final porque he ido añadiendo nuevas e interesantes cosas.
Pues bien, todo parece indicar que en la época de los romanos, Bubierca ya existía, al parecer con el nombre de Voberca, tal como lo cita el escritor bilbilitano Marcial (38/41- 102/103). Si se trataba de un asentamiento ibero como los encontrados en Monreal de Ariza, se desconoce. Se dice en el pueblo que del otro lado del río aparecían restos de lo que podía haber sido una aldea y que hace décadas se había visto gente con buscadores de metales buscando monedas por alli. Si encontraron o no ya no se sabe. Yo nunca he visto resto alguno, pero ahora ya cuento con información que parece indicar que si, que el antiguo poblado estaba alli hace dos mil años.
Del primer milenio de nuestra era existe muy poca información. Si tú, lector de estas páginas, tienes algo, te agradecería mucho que me lo enviases a mi correo electrónico.
Es de todos conocido el paso del Cid por Bubierca, citado como "Boberca" en el Cantar del mío Cid. Bubierca por aquel entonces formaba parte de las fortificaciones islámicas de Aragón, tal como se indica en el mapa siguiente de J.A. Souto.
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1. Teruel 2. Albarracín 3. Tramacastilla 4. Ródenas 5. Calamocha 6. Laguna de Gallocanta 7. Daroca 8. Monasterio de Piedra 9. Somed 10. Alcarraz 11. Fuentes de Jiloca 12. landa del Castillo 13. Novella 14. El Rato 15. Maluenda 16. Paracuellos de Jiloca 17. Morata de Jiloca 18. Tres Velillas (Velilla de Jiloca) 19. Bubierca 20. Terrer 21. Ariza 22. Alcocer 23. Ateca 24. Bartolina 25. El Masilón 26. Calatayud 27. Morés 28. Ricla 29. Rueda de Jalón 30. Urrea de Jalón 31. Alagón 32. Maleján 33. Borja 34. Tarazona 35. Pola 36. El Castellas 37. Juslibol (Castillo de Miranda) 38. Zaragoza 39. Zuera 40. San Emetiel 41. Ayerbe 42. Jaca 43. Bolea 44. Cuarte de Huerva 45. Cadrete 46. María de Huerva 47. Muel 48. Almonacid de la Cuba 49. Belchite 50. Quinto 51. Alfajarín 52. Robres 53. Huesca 54. Sen y Men 55. Muñones (Secastilla) 56. Montearagón 57. Bastarás 58. Labata 59. Antillón 60. Piracés 61. La Iglesieta 62. Alberuela de Tubo 63. Alcolea de Cinca 64. Monzón 65. Barbastro 66. Alquézar 67. Boltaña 68. Tamarite de Litera 69. Albelda 70. Chalamera 71. Pilaret de Santa Quiteria 72. Fraga y aledaños 73. Torrente de Cinca 74. Mequinenza 75. Matamala 76. Velilla de Ebro 77. Chiprana 78. Caspe 79. Alcañiz 80. Calanda 81. Ejea |
En el siguiente mapa se muestra la ruta del Cid y dónde se encontraba la frontera entre musulmanes y cristianos por aquellos tiempos.
Posterior a los años del Cid, he encontrado en Internet una corta referencia según la cual en enero de 1129 un tal David de Mans vendió a Oriol Garcés y esposa, Dña. Blasquita unos viñedos en Bubierca, por aquel entonces parte del distrito(?) de Tudela.
Se puede considerar una curiosidad o una mera casualidad, pero lo cierto es que en Bubierca se celebraron Cortes el año 1363. Pero de Castilla. El rey D. Pedro de Castilla, quien habia tenido a sus hijas Doña Constanza y Doña Isabel con su manceba Doña María de Padilla durante su matrimonio con Doña Blanca de Borbón, hizo jurar a las Infantas Doña Beatriz, Doña Constanza y Doña Isabel, cada una en sucesión de la otra, en el Ayuntamiento de Bubierca el año 1363.
El Rey Carlos V pernoctó la noche del 25 de abril de 1518 en Bubierca, citada todavía como Boverca, y comió en Bubierca el día siguiente antes de ir a Calatayud. El 18 de marzo de 1529, Carlos V volvió a pasar por Bubierca. En esta ocasión no pernoctó, tan solo comió; venía de Ariza y se dirigía a Calatayud.
En el año 1590 se refugió en Bubierca quien había sido secretario del rey Felipe II. Antonio Pérez, y que estaba preso en Madrid al parecer por un asunto de faldas. Gil de Mesa, bubiercano, y otro de sus amigos, le ayudaron a fugarse de alli y se refugió en un primer momento en Monreal de Ariza, donde había nacido. De alli se traladó a Bubierca y se escondió en casa de Gil de Mesa por varios días. Y de Bubierca siguió camino hacia Francia, no sin antes haber sido apresado de nuevo en Calatayud y haberse fugado una vez más en Zaragoza, siempre con la ayuda de su amigo Gil de Mesa.
Podeis encontrar más detalles sobre estos acontecimientos en el excelente relato de Rafa sobre la familia Mesa en otro apartado de esta sección.Y después llegó el tren ... y la globalización :-)))
Si, llegó la globalización y con ella, con sus defectos y sus virtudes, llegó internet y nos permite divulgar algunas joyas que se podrían quedar en el olvido si no fuera así. Para demostrar lo que digo, a continuación os pongo una breve historia de Bubierca editada en 1965, y recuperada y escaneada en cuatro páginas por Mari Reyes. Disfrutadlas.
Quienes hayan leido otros apartados de esta web se habrán dado cuenta de que hay algunos errores o imprecisiones en el texto anterior. El más evidente es que durante la guerra de la independencia la columna francesa no iba a Sigüenza a auxiliar a nadie, sino que el ejército francés, después de vencer la batalla de Tudela, iba persiguiendo a lo que quedó de la tropa española durante su retirada hacia Guadarrama, donde pretendía unirse a otras fuerzas españolas. En Bubierca se apostó la retaguardia de las fuerzas españolas para contener -con exito y al parecer con muchas bajas- a los franceses mientras el resto de la tropa llegaba a salvo a Sigüenza. Los franceses, al ver que no los alcanzaban, se retiraron para unirse a las fuerzas que sitiaron Zaragoza.