Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
Lo que aquí traigo era
inicialmente una breve noticia sobre el hundimiento de una casa de un rico
bubiercano. Sin embargo, leyendo la reseña en diferentes diarios de la
época me he dado cuenta de que
había muchos detalles que se
podrían comentar y por eso he
preparado este apartado especial.
El hundimiento de la casa se
produjo el 15 de marzo de 1897. La noticia la he encontrado en siete diarios,
uno de ellos en catalán, de muy diversas ciudades,
entre los días 16 y 20 de marzo. Como
veréis, los relatos o
reseñas de cada uno de ellos
recuerdan a eso que jugábamos de críos de decir algo al
oído a la persona de al lado y
ésta a la siguiente y
así sucesivamente hasta que la
última decía en voz alta lo que
había entendido, lo que causaba
las risas de todos al comprobar que nada tenía que ver con la palabra
inicial. Creo que se llamaba "el teléfono
roto".
Me gustaría poder copiar y pegar los
recortes de esos diarios porque lo haría todo más fácil de explicar, pero como los
intermediarios guardianes de los diarios son tan celosos de su "no-propiedad
intelectual", pues tendré que ir transcribiendo y
mandándoos al link donde
está cada uno de
ellos.
El diario La
Epoca
del 16 de marzo de 1897 decía lo siguiente:
Zaragoza. -
Comunican de Calatayud que en Bubierca se ha hundido la casa del rico
propietario señor Liria,
sepultando a varias personas bajo los escombros.
La esposa, una
hija y la suegra del citado señor han perdido la
vida, resultando además gravemente
heridos una hermana y varios criados.
Momentos antes de
ocurrir la catástrofe, el Sr.
Liria había salido al
huerto con un hijo pequeño,
debiéndose a esto el
que ambos se hayan salvado.
El hecho ha
producido penosa impresión en el
vecindario.
Muy bien. Hasta
aquí una noticia correcta y
escueta que parece haber sido enviada por medio de un telegrama a la sede del
diario La Época. El mismo día, El
Liberal, otro diario de Madrid, publicaba una reseña un poco más extensa, dado que la
recibió de su corresponsal en Ateca.
Decía lo
siguiente:
Catástrofe
UNA CASA
DESPLOMADA
(por
telégrafo)
Ateca 15 (5-30
t.)
Acabo de llegar
del inmediato pueblo de Bubierca, adonde me dirigí esta
mañana con objeto de
informar a El Liberal acerca de una catástrofe ocurrida
en dicho punto.
Hoy, a las ocho
de la mañana, se ha
desplomado una casa, morada de don Manuel González Liria, ex
diputado provincial carlista y acaudalado propietario.
Quedaron
sepultados en los escombros la familia y los criados de dicho señor.
Inmediatamente
acudieron las autoridades y el vecindario, para prestar auxilios.
Fueron
extraídos de las ruinas
tres cadáveres, los de la
anciana madre del señor Liria, la
esposa y una hija de ocho años.
Resultaron,
además, heridos de
gravedad una hermana, dos niños de pocos
años y dos
criados.
Minutos antes de
la catástrofe
había salido de casa
el señor
González Liria, para
inspeccionar las faenas agrícolas en sus
propiedades.
Los heridos se
libraron de una muerte segura, gracias a la prontitud con que acudieron los
vecinos, los cuales extrajeron aquellos casi asfixiados.
La terrible
desgracia ha consternado al vecindario, entre el que las víctimas, por su
bondad y sus virtudes, gozaban de generales simpatías
La esposa y la
hija fueron sorprendidas por la muerte cuando se hallaban
durmiendo.
La anciana madre
estaba vistiéndose.
La causa del
hundimiento ha sido el haber desmontado, para reedificar, parte del edificio,
dejando insegura la porción restante, que
se derrumbó. -
Borja.
Muy bien. Éste ya es un relato
más detallado, en el que sabemos
cómo se llamaba el propietario
de la casa hundida y también el corresponsal Sr. Borja.
Nos dice también cual fue la causa del
derrumbe y nos cuenta que entre los heridos había dos niños.
Ya encontramos, sin embargo,
la primera discrepancia. En el primero se dice que falleció la suegra, en el segundo la
madre del Sr. Gonzalez Liria. A pesar de ello, se puede afirmar que los lectores
de estos dos anteriores diarios estaban suficientemente informados. Veamos
qué se publicó en días sucesivos en otros diarios.
El Diario
de Reus del 17 de marzo 1897, en castellano, decía lo
siguiente:
Un
hundimiento
Telegrafían de Zaragoza
que en Bubierca, pueblo de la comarca de Ateca, hundióse la casa del ex
diputado provincial don Gonzalo de Liria.
En los primeros
momentos acudieron al lugar del suceso multitud de vecinos para prestar auxilio,
resultando inútiles todos los
esfuerzos hechos para salvar a las personas que quedaban
sepultadas.
Han perecido en
la catástrofe la esposa
y una hija de ocho años del ex
diputado provincial .
Además, han resultado
varias personas heridas.
Débese el
hundimiento a la construcción de doce
habitaciones interiores, cuya obra nueva no ha resistido el peso de la
antigua.
La casa ha
quedado casi toda en ruinas.
Las personas que
han perecido se hallaban durmiendo en el momento del hundimiento.
El
señor Gonzalo Liria
se hallaba en el pueblo de Grecenas, por cuyo motivo no fue víctima de la
catástrofe.
El vecindario se
haya afligido por este triste suceso que ha costado la vida a personas muy
estimadas en toda la comarca.
Bestial. Nada encaja con las
noticias del día anterior. Primero me cambia
el nombre al señor Liria. Segundo, dice que
acudieron en auxilio de los sepultados y no consiguieron salvar a nadie.
Tercero, se olvidan de que falleció también la suegra (o madre, vaya
usted a saber). Cuarto, dice que estaban construyendo 12 habitaciones. Inaudito.
Y quinto, que el señor Liria estaba de viaje en un
pueblo cuyo nombre no figura en atlas geográfico
alguno.
Hasta ahora sorprendente,
¿verdad? Pues hay
más. En el diario El
Aralar de Pamplona del 18 de marzo de1897, es decir, el mismo día que el anterior, se
publicó la siguiente corta
noticia:
En Bubierca
(Zaragoza) se ha hundido la casa donde habitaba el ex diputado don Gonzalo
Ciria.
Perecieron la
madre, esposa e hija de dicho señor, que se
encontraban
durmiendo al sufrir la catástrofe.
Resultaron
también muchos
heridos.
Corta si, pero con alguna
discrepancia nuevamente. Al pobre ex diputado le han vuelto a cambiar el
apellido. Ahora le han puesto señor Ciria. Y aquí dicen de nuevo que es la
madre la que falleció. Pero que también estaba
durmiendo.
Ese mismo día, en el diario La
Información
de Salamanca, se publicó lo
siguiente:
Dicen de Zaragoza
que en el término de
Bubierca, próximo al pueblo de
Ateca, se ha hundido la casa del ex diputado provincial don Gonzalo
Birla.
Desde el primer
momento acudieron los vecinos para prestar ayuda pero todos sus esfuerzos fueron
estériles para
extraer las personas sepultadas en la catástrofe.
Este sensible
hecho acaeció por haberse
hundido la obra nueva que se estaba haciendo para edificar habitaciones
superiores.
La casa amenazaba
ruina desde hace tiempo en que se hundió el tejado siendo
reedificado.
En el momento de
ocurrir la catástrofe, las
personas fallecidas estaban entregadas al descanso.
Han muerto la
madre, la esposa y la hija del ex diputado señor Liria y han
resultado heridas varias personas.
El
señor Liria
debió su
salvación a la
circunstancia de hallarse en el pueblo.
Las escenas que
han producido este hecho han sido muy desconsoladoras.
La
consternación ha sido grande,
por ser las víctimas personas
aprecíadisimas.
¿Señor Birla? ¡Toma castaña! No sé como van a acabar
llamándole. Al menos se confirma
que era la madre la fallecida y no la suegra. Ahora bien, no entiendo lo del
tejado qué tiene que
ver.
Y de nuevo en Pamplona, en concreto en el diario La Lealtad Navarra se publicó el mismo día lo siguiente:
En Bubierca,
pueblo de Aragón, se ha
desplomado una casa, morada de don Manuel González Liria, ex
diputado provincial carlista y acaudalado propietario.
Quedaron
sepultados en los escombros la familia y los criados de dicho señor.
Inmediatamente
acudieron las autoridades y vecindario, para prestar auxilios.
Fueron
extraídos de las ruinas
tres cadáveres: los de la
anciana madre del señor Liria, la
esposa y una hija de ocho años.
Resultaron,
además, heridos de
gravedad, una hermana, dos niños de pocos
años y dos
criados.
Minutos antes de
la catástrofe
había salido de casa
el señor
González Liria, para
inspeccionar las faenas agrícolas en sus
propiedades.
Los heridos se
libraron de una muerte segura, gracias a la prontitud con que acudieron los
vecinos, los cuales extrajeron aquellos casi asfixiados.
La esposa y la
hija fueron sorprendidas por la muerte cuando se hallaban
durmiendo.
La anciana madre
estaba vistiéndose.
La causa del
hundimiento ha sido el haber desmontado para reedificar, parte del edificio,
dejando insegura la porción restante, que
se derrumbó.
Esta es prácticamente igual a una de las
publicadas el primer día.
Y nos queda la última, que es de traca.
Está en catalán, pero se entiende todo. Lo
traduzco de todas formas gracias a mis limitados conocimientos de ese idioma de
cuando estudié y trabajé en Barcelona. Se dice en La
Campana de Gracia del 20 de marzo de 1897:
A un ex diputat
carlí resident
á Bubierca
(Aragó) l'altre
día se li va
ensorrar.la casa, matant á tres individuos
de la séva
familia.
Aquestas
impaciencias carlistas son funestíssimas. Perque
á mí que no m' ho
diguin, aquesta casa s' ha sublevat sense esperar las ordres de
Venecia.
En castellano viene a decir lo
siguiente: "A un ex diputado carlista residente en Bubierca se le ha hundido el
otro día la casa, matando a tres
individuos de su familia. Estas impaciencias carlistas son funestísimas. Porque a mi que no me
digan; que esta casa se ha sublevado sin esperar las órdenes de
Venecia."
Esta indignante
versión de una tan luctuosa noticia
no tiene explicación ni siquiera en la base del
odio que existía entre pro y anti carlistas.
Mofarse de la desgracia de alguien, sea del signo político o facción que sea, no es de bien
nacido. Por cierto, cuando se refiere a Venecia es porque Carlos VII se
encontraba exiliado en esa ciudad.
Espero que os haya gustado
este análisis pseudocientífico del "teléfono roto" en la prensa
española del siglo
XIX.