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Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

La corrupción siempre existió
 
Actualizada el 19 de enero de 2012

 

 

En el Heraldo de Madrid del 17 de marzo de 1918 puede leerse lo siguiente:

                       

Los atropellos de un juez

 

Seguimos recibiendo noticias de que un juez de Ateca, al realizar sus informaciones en el distrito de Calatayud sobre la supuesta compra de votos, prescinde de toda consideración personal y de toda protesta, por respetuosa que sea, extremando su celo hasta convertirlo en verdadero abuso.

 

A la detención del respetable propietario D. Vicente Serrano, aue del tal modo ha soliviantado los espíritus de aquella comarca, ha de sumarse la de haber sido detenido también el acaudalado agricultor de Bubierca D. Mariano Serrano, después de numerosos registros domiciliarios, etc, etcétera.

 

Todavía tales extralimitaciones cabría explicaras por una ofuscación o exceso de celo; pero acaso esté la clave de tales atropellos en la noticia que recibimos de que se intenta recusar a dicho juez por su carácter maurista.

 

Tenemos motivos para estar persuadidos de que el señor presidente del Consejo se ha preocupado de este asunto con su rectitud habitual; pero no tenemos los mismos motivos para que haya mostrado la diligencia que tales atropellos exigen el maurista más o menos resellado señor ministro de Gracia y Justicia.

 

¡Qué joyita de artículo para compararlo con la prensa española de 2012!

 

Pero primero aclaremos algo. Según la Gran Enciclopedia Aragonesa, "El asesinato en Madrid del jefe de gobierno y dirigente liberal Canalejas, en noviembre de 1912, supuso a corto plazo el desencadenante de la crisis interna de los partidos dinásticos turnantes de la Restauración, tanto de liberales como de los conservadores. La solución que la corona adoptó en la crisis, otorgando la confianza al liberal conde de Romanones, impulsó a Maura, en protesta por el procedimiento real, a dimitir tanto de la jefatura del Partido Conservador  como de su escaño de diputado, desarrollando al tiempo una política abstencionista y negando la colaboración del partido con la Monarquía. Ello supuso en breve tiempo la división del Partido Conservador entre un sector que no quiso propiciar el enfrentamiento con el monarca (sector «idóneo», encabezado por Dato) y los mauristas."

 

Maura fue en esa época Presidente del Consejo de Ministros en cinco ocasiones por periodos de corta duración de hasta pocos meses algunos de ellos por lo que es fácil imaginar lo cambiante de las políticas emanadas por los diferentes gobiernos que se iban alternando. En ese contexto, el artículo que reproduzco muestra esas divisiones políticas.

 

Ahora bien, con independencia de ello, el artículo, que traigo a esta web por citarse a un bubiercano, me sirve para lanzar una pequeña reflexión sobre la corrupción y el papel de los medios de comunicación.

 

En aquella época cada partido político, o facción dentro de cada uno de ellos, tenía sus propios periódicos. Si vais con los links que proporciono a los diarios en que aparecen las noticias que traigo en cada entrega, veréis que bajo el título de los diarios solía ponerse frases como "diario liberal", "diario católico", "diario monárquico", etc. Hoy en día nuestros diarios no ponen tal frase, pero todos sabemos de qué pie cojean.

 

A lo que voy es que en el artículo se da por hecho que los imputados, o más bien detenidos, son inocentes de la supuesta compra de votos. Y acusan al juez de prevaricación. Me viene de inmediato a la mente la insistencia del actual diario El Mundo con su fijación con la trama del 11M y con el juez Garzón, la del actual "El Pais" con el caso Gürtel y el velódromo de Mallorca, la defensa de la monarquía del ABC, y ya no cito a los más, digamos, "extremos" (que no extremistas) La Razón y Público porque su interpretación de muchas cosas de la política nacional ya es de todos bien conocida.

 

No entro a hablar de radios y televisiones; todos tenéis en mente sus similitudes con el panorama de la prensa escrita.

 

Moraleja, siempre hubo corruptelas y siempre hubo diarios que las omitían o denunciaban según el signo político del corrupto. Por eso amigos, leed muchos periódicos, pero no siempre el mismo, y tened vuestra propia opinión; nunca os creáis todo lo que os diga vuestro diario preferido.

 

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