Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
Este
suceso no ocurrió
en Bubierca. Se produjo en Madrid e intervino en él
un nacido en Bubierca. Por eso, y por lo detallado de los reportes hechos en la
prensa, lo traigo.
En
El
Correo Militar del 23 de julio de 1892 se podía
leer lo siguiente:
En
un solar señalado
con el núm.
3, en la calle de Murcia, hubo a las ocho y media de la noche una sangrienta
pelea, de la que resultaron tres heridos de gravedad.
Vivía
en él
Federico Saldaña
Asensio, natural de Bubierca (Zaragoza) en compañía
de su esposa Fernanda Monforte, y por no se sabe qué
causas, tuvo una cuestión
acalorada con un primo suyo, llamado Emilio Asensio Berdejo, carrero y de 32
años
de edad.
Llegado
el momento de pegar, el Federico
disparó
dos tiros de revólver,
que fueron muy aprovechados, pues atravesó
de parte a parte la cara al Emilio, incrustándole
otra bala en el pecho.
El
herido se armó
entonces de un estoque que llevaba en el bastón
e hirió
gravemente en el vientre a Federico Saldaña,
quién
también
se vió
acometido por un perro del Emilio, especie de Duglesclín
que ayudaba a su señor.
El
Federico optó
por deshacerse de aquel can enemigo, y lo mató
de un tiro; intentó
disparar otro contra su adversario y tuvo la mala fortuna la Fernanda Monforte
de interponerse, tratando de evitarlo, y de recibir la descarga.
Fuerzas
de la Guardia Civil de la Peñuelas,
acudieron al lugar del suceso, y los tres heridos tuvieron el valor de ir por su
pie a la Casa de Socorro, pasando, después
de curados, al Hospital Provincial.
La
cosa tiene un tufillo raro, ¿no?
El primo que vive con el matrimonio. La mujer que se interpone y resulta herida.
Veamos que nos dicen en otro diario.
El
Imparcial del 23 de julio de 1892 publicó
este largo reporte:
Una
riña
sangrienta
Anoche,
entre ocho y ocho y media, del solar del núm.
3 de la calle de Murcia partieron cuatro disparos de arma de fuego, seguidos de
grandes voces que demandaban auxilio.
Muchos
vecinos acudieron al lugar de donde los gritos procedían,
y a poco presentáronse
un cabo de la Guardia Civil del 14°
tercio, acuartelado en el Duque de Alba, y dos guardias de sefuridad, quienes,
cuando entraron en el solar, vieron a una mujer y dos hombres
heridos.
Uno
de estos últimos
tenía
en la mano un revólver
y el otro un estoque, armas con las cuales se amenazaban aun al entrar los
agentes de la autoridad.
Los
actores de esta escena eran Fernanda Monforte Bayle, de treinta y cuatro
años,
casada, natural de Zaragoza, su marido Federico Saldaña
Asensio, de cuarenta y seis años,
del comercio, natural de Rubierca (Zaragoza) y Emilio Asensio Verdejo, de
treinta y dos años,
soltero, carrero, de Illuerco (Zaragoza), primo del anterior y habitantes los
tres en el solar de que ya henos hecho mención.
Como
los trs estaban heridos, al parecer de gravedad, apresuraronse los guardis a
despojar de las armas a los que las tenía
y conducir a todos a la Casa de Socorro del distrito de la Inclusa, en la cual
los médicos
Sres. ocaña
y Viudas les administraron los auxilios de la ciencia.
El
Emilio Asensio Verdejo había
recibido dos tiros.
Uni
de los proyectiles penetró
por el carrillo derecho y salió
por el izquierdo, y la otra bala hirióle
en el brazo primero y en la tetilla derecha después.
Federico
Saldaña
tenía
una herida de estoque en el vientre.
Fernanda
Monforte fue curada de dos heridas en el pecho: una de arma de fuego y otra de
instrumento punzante.
Todos
ellos se encontraban bastante graves, y sin embargo, pudieron ir por su pie,
aunque apoyados en los tres guardias, hasta la Casa de Socorro.
Al
Federico se le ocupó
un revólver
de cinco tiros, con cuatro cápsulas
descargadas, y al Emilio el estoque.
El
juzgado se presntó
a instruir diligencias, pero no pudo lograr que declarasen los que intervinieron
en la cuestión
a causa de la gravedad de su estado.
Es
muy posible que alguno de ellos no sobreviva mucho tiempo a sus
lesiones.
¿Qué
ocurrió
en el solar del núm.
3?
A
las primer preguntas que hicieron los agentes a los heridos, éstos
contestaron diciendo que habían
tenido una cuestión
de familia.
Un
hijo de Fernanda Monforte dice que él
no presenció
el origen de la reyerta, pues llegó
al oir el ruido de ella y de los disparos.
Parece
que los dos hombres hallábanse
ebrios y que en unión
de Fernanda se pusieron a comer. Cuando lo estaban haciendo surgió
entre ellos una disputa y Federico Saldaña
sacó
el revólver
y disparó
un tiro sobre su primo Emilio a quien atravesó
la cara; después
de otro disparo le hirió
en el brazo y en la tetilla, y cuando iba a tirar por tercera vez se interpuso
entre ambos la mujer del agresor Fernanda Monforte y recibió
la bala en el pecho.
Emilio
huyó
de la casa y fue a ocultRse tras un cajón
donde guardaban un perro, pero hasta allí
le persiguió
Federico y le hizo el cuarto disparo, consiguiendo sólo
matar al perro.
Entonces
el agredido desenvainó
el estoque y acometió
a Federico, ocasionándole
una profunda herida en el vientre, y ya iba a inferirle otro pinchazo, cuando se
interpuso nuevamente Fernanda y recibió
el golpe bajo el pecho izquierdo.
En
esto llegó
el hijo de la víctima,
y al ver aquel espectáculo
salió
corriendo en busca de los agentes de la autoridad.
Lo
demás
ya queda referido.
Asegurábase
en el lugar del suceso que los celos habían
impulsado a Federico Saldaña
a herir a su primo Emilio Asensio; pero como nadie más
que los heridos estaban presentes alli y ellos no han declarado, claro es que no
merece mucho crédito
la versión.
Me
encanta la forma elegante de este último
reportero de dejar caer que era un asunto de celos, al tiempo que se desmarca de
tal opinión
amparándose
en que sólo
son habladurías
del vecindario. Lo cierto es que el asunto, una vez que sabemos otros detalles
como la edad de la esposa y del primo, comparada con la del nacido en Bubierca,
huele a celos que apesta.