Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
Antes de
nada, lamento traer referencias de noticias luctuosas y tristes. Todas, las
noticias buenas y malas, forman parte de la historia de nuestro pueblo. Por ello
me siento en la obligación de traerlas aquí.
Nadie duda
del beneficio que el ferrocarril trajo a la comarca de Calatayud. Favoreció el
transporte de personas y mercancías con lo que la economía de la zona mejoró. El
ferrocarril introdujo, sin embargo, nuevos peligros para la población. Esa mole
de hierro macizo, que se movía a velocidades siderales, cuando se inauguró, de
¡hasta 60 kilómetros por hora! se mueve sobre unos railes que disectan la vega
de Bubierca. Para acceder a los campos era preciso cruzar la vía por pasos sin
protección alguna. De hecho hoy, en pleno año 2012, todavía tenemos un paso a
nivel sin barreras poco más allá del puente de La
Machina.
Son
numerosos los casos de atropellamiento por el tren en el término municipal de
Bubierca. Todavía recuerdo con tristeza el verano en el que un maldito Talgo
sorprendió y mató, precisamente en el paso a nivel del que he hablado más
arriba, a una de las mujeres más buenas y queridas del
pueblo.
Desde 1863
hasta la guerra civil he encontrado varios casos similares. El primero se citó
en El
Liberal del 27 de julio de 1886 de la siguiente
forma:
El
tren mixto de Madrid arrolló el viernes entre Ateca y Bubierca, de la línea
férrea de Zaragoza, a un hombre, destrozándolo horriblemente, no siendo posible
identificar su personalidad.
La noticia
anterior, de 1886, si se trata del primer atropellamiento del tren, significaría
que, tras 23 años de funcionamiento de la línea, los trenes ya conseguían una
velocidad capaz de sorprender a quien despistadamente cruzaba la vía sin mirar.
El siguiente atropellamiento lo he encontrado ya muchos años más tarde, en
concreto en La
Correspondencia de España del 24 de septiembre de
1915:
Arrollados
por el tren
Comunican
de Bubierca que el tren arrolló a un labrador, el cual quedó
destrozado.
En
Ariza, otro tren que estaba de maniobras, arrolló al subcapataz José Parra,
quedando herido de gravedad.
Vaya día
negro. Dos atropellos de tren en el mismo día en la línea. Al día siguiente, el
mismo diario, La
Correspondencia de España del 25 de septiembre de 1915, nos aclaraba la
identidad del desdichado labrador:
Cadáver
identificado
Ha
sido identificado el cadáver del hombre que fue arrollado por un tren en
Bubierca. El muerto era un vecino de dicho pueblo, llamado Manuel
Blasco.
En
ocasiones, lo que era arrollado era algún carromato como es el caso que a
continuación transcribo. Apareció, con las mismas palabras, en La
Voz del 25 de marzo de 1922 y en La Libertad del 26 de marzo de
1922,
Un
carro destrozado por un tren
DOS
MUJERES HERIDAS.
ZARAGOZA
25 (4 t,).— El mixto de Madrid arrolló entre la estación de Alhama y Bubierca a
un carro imprudentemente lanzado a atravesar la vía.
El
vehículo quedó destrozado; dos de las cuatro mulas del tiro, muertas, y heridas,
las jóvenes húngaras Sofia y María Pamodi, de diez y siete y quince años,
respectivamente, que iban con otras dos mujeres en el
carro.
Las
muchachas heridas han ingresado en el Hospital de
Alhama.
No sé qué
comentar al respecto. Cuatro húngaras (era la manera de llamar a las gitanas por
aquel entonces, quizás) en un carromato cruzando la vía. ¿Donde? ¿En la casilla?
¿Iban a Los Molinares? Difícil de saber.
La siguiente
noticia no ocurrió en Bubierca, si bien desgraciadamente acabó con la vida de un
bubiercano. La he encontrado en El Avisador Numantino del 29 de junio de 1927 y dice lo
siguiente:
Muerto
por el tren.— Según nos participa nuestro activo corresponsal en Arcos de Jalón,
al entrar en la estación de aquella villa, el tren de mercancías número 1802, el
27 del actual, fue arrollado y horriblemente destrozado el mozo Tomás Heredia
Roy, natural de Bubierca y residente en Arcos de Jalón, que al intentar cruzar
la vía fue alcanzado por la locomotora.
La
desgracia causó gran emoción en dicha villa, en donde el infortunado obrero era
estimadísimo.
En los años
previos a la guerra civil se siguieron produciendo atropellamientos del tren en
nuestro pueblo. El diario La
Libertad del 31 de octubre de 1930 publicó lo
siguiente:
Arrollado
y muerto por el tren
En
la línea de Madrid a Barcelona, cerca de la estación de Bubierca, fue arrollado
y muerto por el tren expreso Félix Pellicer Aristizábal, de cuarenta y cuatro
años.
Y en El
Heraldo de Madrid del 10 de agosto de 1931 se
decía:
Arrollado
y muerto por el tren
ZARAGOZA 10.— En la estación de Bubierca, Mariano Moreno Bravo fue arrollado por un tren. Falleció poco más tarde.