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Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

Ese tren asesino
 
Actualizada el 16  de febrero de 2012

 

Antes de nada, lamento traer referencias de noticias luctuosas y tristes. Todas, las noticias buenas y malas, forman parte de la historia de nuestro pueblo. Por ello me siento en la obligación de traerlas aquí.

 

Nadie duda del beneficio que el ferrocarril trajo a la comarca de Calatayud. Favoreció el transporte de personas y mercancías con lo que la economía de la zona mejoró. El ferrocarril introdujo, sin embargo, nuevos peligros para la población. Esa mole de hierro macizo, que se movía a velocidades siderales, cuando se inauguró, de ¡hasta 60 kilómetros por hora! se mueve sobre unos railes que disectan la vega de Bubierca. Para acceder a los campos era preciso cruzar la vía por pasos sin protección alguna. De hecho hoy, en pleno año 2012, todavía tenemos un paso a nivel sin barreras poco más allá del puente de La Machina.

 

Son numerosos los casos de atropellamiento por el tren en el término municipal de Bubierca. Todavía recuerdo con tristeza el verano en el que un maldito Talgo sorprendió y mató, precisamente en el paso a nivel del que he hablado más arriba, a una de las mujeres más buenas y queridas del pueblo.

 

Desde 1863 hasta la guerra civil he encontrado varios casos similares. El primero se citó en El Liberal del 27 de julio de 1886 de la siguiente forma:

 

El tren mixto de Madrid arrolló el viernes entre Ateca y Bubierca, de la línea férrea de Zaragoza, a un hombre, destrozándolo horriblemente, no siendo posible identificar su personalidad.

 

La noticia anterior, de 1886, si se trata del primer atropellamiento del tren, significaría que, tras 23 años de funcionamiento de la línea, los trenes ya conseguían una velocidad capaz de sorprender a quien despistadamente cruzaba la vía sin mirar. El siguiente atropellamiento lo he encontrado ya muchos años más tarde, en concreto en La Correspondencia de España del 24 de septiembre de 1915:

 

Arrollados por el tren

 

Comunican de Bubierca que el tren arrolló a un labrador, el cual quedó destrozado.

 

En Ariza, otro tren que estaba de maniobras, arrolló al subcapataz José Parra, quedando herido de gravedad.

 

Vaya día negro. Dos atropellos de tren en el mismo día en la línea. Al día siguiente, el mismo diario, La Correspondencia de España del 25 de septiembre de 1915, nos aclaraba la identidad del desdichado labrador:

 

Cadáver identificado

 

Ha sido identificado el cadáver del hombre que fue arrollado por un tren en Bubierca. El muerto era un vecino de dicho pueblo, llamado Manuel Blasco.

 

En ocasiones, lo que era arrollado era algún carromato como es el caso que a continuación transcribo. Apareció, con las mismas palabras, en La Voz del 25 de marzo de 1922 y en La Libertad del 26 de marzo de 1922,

 

Un carro destrozado por un tren

 

DOS MUJERES HERIDAS.

 

ZARAGOZA 25 (4 t,).— El mixto de Madrid arrolló entre la estación de Alhama y Bubierca a un carro imprudentemente lanzado a atravesar la vía.

 

El vehículo quedó destrozado; dos de las cuatro mulas del tiro, muertas, y heridas, las jóvenes húngaras Sofia y María Pamodi, de diez y siete y quince años, respectivamente, que iban con otras dos mujeres en el carro.

 

Las muchachas heridas han ingresado en el Hospital de Alhama.

 

No sé qué comentar al respecto. Cuatro húngaras (era la manera de llamar a las gitanas por aquel entonces, quizás) en un carromato cruzando la vía. ¿Donde? ¿En la casilla? ¿Iban a Los Molinares? Difícil de saber.

 

La siguiente noticia no ocurrió en Bubierca, si bien desgraciadamente acabó con la vida de un bubiercano. La he encontrado en El Avisador Numantino del 29  de junio de 1927 y dice lo siguiente:

 

Muerto por el tren.— Según nos participa nuestro activo corresponsal en Arcos de Jalón, al entrar en la estación de aquella villa, el tren de mercancías número 1802, el 27 del actual, fue arrollado y horriblemente destrozado el mozo Tomás Heredia Roy, natural de Bubierca y residente en Arcos de Jalón, que al intentar cruzar la vía fue alcanzado por la locomotora.

 

La desgracia causó gran emoción en dicha villa, en donde el infortunado obrero era estimadísimo.

 

En los años previos a la guerra civil se siguieron produciendo atropellamientos del tren en nuestro pueblo. El diario La Libertad del 31 de octubre de 1930 publicó lo siguiente:

 

Arrollado y muerto por el tren

 

En la línea de Madrid a Barcelona, cerca de la estación de Bubierca, fue arrollado y muerto por el tren expreso Félix Pellicer Aristizábal, de cuarenta y cuatro años.

 

Y en El Heraldo de Madrid del 10 de agosto de 1931 se decía:

 

Arrollado y muerto por el tren

 

ZARAGOZA 10.— En la estación de Bubierca, Mariano Moreno Bravo fue arrollado por un tren. Falleció poco más tarde.

 

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