Los coches llegaron ya en el siglo XX. Me imagino que por Bubierca se verían al principio con cuentagotas, aunque pasando la carretera nacional de Madrid a Barcelona por el medio de nuestro pueblo, llegaron antes que en muchos otros pueblos de la comarca.

Y con los coches llegaron los accidentes de tráfico. El primero del que he encontrado referencia se cita en La Correspondencia de España del 3 de agosto de 1917:

Accidente automovilista.— Zaragoza, 2.— En el próximo pueblo de Bubierca ha volcado un automóvil que conducía al director de la Azucarera de Calatayud, D. Benjamín Tousse, acompañado del chauffeur Plácido del Moral.

Como caminaba con grande velocidad, el automóvil se precipitó por un terraplén.

El Sr. Tousse tiene una herida en una pierna, y el chauffeur sufre conmoción cerebral.

En grave estado fueron conducidos a Alhama  para su curación.

Sin ánimo de mofa de los accidentados, me hace gracia esa parte de la noticia en la que se explica que se salió de la carretera debido al exceso de velocidad. Me pregunto a qué velocidad se podía poner un vehículo del año 1917.

Pocos años después La Vanguardia del 10 de junio de 1920 se hace eco de otro accidente en nuestro pueblo, de la siguiente manera:

En las proximidades del pueblo de Babierca volcó una camioneta conducida por su propietario don Virgilio Monte Franco. Uno de los ocupantes llamado Epifanio Muñoz Arguedas, resultó gravemente herido en la región frontal y en el pecho.

Imposible saber si alguno de ellos era bubiercano o si eran forasteros de paso. Por cierto, de nuevo el nombre de nuestro pueblo cambiado.

El siguiente accidentado, aunque la noticia no lo dice, puede que fuese bubiercano, dado que su medio de locomoción, en aquellos años, no creo que le permitiera ir muy lejos. La noticia se publicó en La Voz del 8 de septiembre de 1928 y en El Sol del 9 de septiembre de 1928:

Un ciclista cae por un terraplén

ZARAGOZA 8 (3,30 t.).—En el kilómetro 220 de la carretera de Madrid a Francia, sitio denominado Cueva de los Chorros, del término municipal de Bubierca, el obrero César Cruz Fonseca, de veintisiete años, que iba montado en una bicicleta, sufrió un desvanecimiento y cayó por un terraplén de tres metros de altura, produciéndose la fractura de las dos piernas y otras lesiones graves.

Pobre hombre. Hay un error en la noticia que supongo todo el mundo que tenga algo que ver con Bubierca habrá notado. No existe la tal Cueva de los Chorros, sino que se trata de la Curva de los Chorros, cuyo trazado en aquellos tiempos iba más cercana al río y a menos cota que la actual. Por suerte el accidentado no acabó en el río, cosa que hubiera sido todavía peor.

Y el tipo de accidente de la última noticia se ha repetido, desgraciadamente, en muchas otras ocasiones dada lo sinuosidad de la carretera a su paso por nuestro término municipal. Se publicó en La Voz del 18 de marzo de 1935:

Muerto en un choque de vehículos

ZARAGOZA 18 (2,30 t.).—Dicen de Bubierca que en la carretera de Madrid un "chassis" de un ómnibus chocó con una camioneta cargada de material de construcción, y al desviarse el primer vehículo volcó. Resultó gravísimamente herido el joven José Hernández, que iba en el ómnibus, y una hora después falleció, cuando era asistido por el médico de la localidad.

Primer accidente, al parecer, de autocar. Y con desgracia personal. Por cierto, que no entiendo por qué ya no se usa con frecuencia la palabra ómnibus. En Brasil se sigue usando, curiosamente.

Esta última noticia me ha recordado la infinidad de vuelcos de camiones que se han producido en la carretera en el término de Bubierca. Uno de los principales colaboradores de esta web, Pedro Marquina, hizo un gracioso relato de ello en una entrega de sus "Recuerdos de la infancia en Bubierca".

 Volver arriba