Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
De casta le viene al galgo. Este refrán viene como anillo al dedo para mostrar que los manejos de los políticos, a los que desgraciadamente asistimos en esta sociedad actual, han existido siempre. Y ello me hace pensar si nuestro país ha evolucionado algo o es que realmente nos merecemos lo que nos pasa. Traigo un ejemplo concreto, en el que está involucrado el pueblo de Bubierca, para demostrarlo.
En El Clamor Público del jueves 3 de diciembre de 1846, se lee lo siguiente:
CALATAYUD (Zaragoza) 30 de noviembre.— Ni aun el curso del tiempo merece el respeto del gobierno. Hoy se ha recibido el Boletín oficial del 1º de diciembre, sorprendiendo a los electores, para que no puedan combinarse, con la división en secciones de los distritos de la provincia. Dejaremos aparte las prescripciones de la ley respecto al número que deben éstos contar para ser divididos, y el que debe tener cada sección; en esto puede caber la superchería de anular después las elecciones si no triunfa en ellas el gobierno.
Para nada ha sido considerada la situación de los pueblos. Bubierca irá con seis electores a Ibdes, a pesar de hacerse subir a cuarenta de Ateca a Ariza, pasando por aquel, una legua más inmediato a este último en la misma carretera, cuya sección se compone de solos sesenta, cuando Ibdes cuenta ciento treinta y cinco electores.
Todos los pueblos del partido de Calatayud podían venir sin notable incomodidad a prestar en la cabeza sus 365 votos, pero convenía aprovechar las influencias adquiridas por el oficial primero de esta gefatura, mediante cierto matrimonio, y se ha designado al pueblo de Villarroya como sección, aumentándose sus electores desde 19 que aparecían en las últimas listas publicadas, hasta treinta y ocho.
La tolerancia y libertad que el gobierno nos concede en estas elecciones son de un género muy particular, pues pocos son los pueblos que no tienen comisionados de apremio; y sin que verifiquen el pago, se les ofrece retirarlos si dan sus votos.
(Corresp. del Clamor Público)
Está claro, mandan 40 electores de Ateca a Ariza, dejan a Ateca con solo 60 electores y cogen y mandan los 6 electores de Bubierca nada menos que a Ibdes, que cuenta con la sustanciosa cantidad de 135. Obviamente a alguien le interesaba reducir el peso de los votos de Ateca. No hay que ser muy avispado para darse cuenta de que en Ateca no estaban muy alineados con los candidatos oficialistas a diputados. Sospecho que a los de Bubierca tampoco les hacían gracia y por eso sus votos se difuminaron entre los muchos de la sección de Ibdes. Por el contrario, parece que en Villarroya si que les gustaban esos candidatos, y así fue como les duplicaron el número de electores.
Lo dicho, chanchulleros. ¿No le encontráis semejanza con el sistema actual en el que en las listas electorales de Madrid, por poner un ejemplo, aparecen en los primeros lugares candidatos no nacidos en esa ciudad? Rajoy, Rubalcaba, Rosa Diez, etc., etc. El sistema norteamericano tiene también muchos defectos, es cierto, pero los diputados responden ante el electorado de su circunscripción. Creedme, porque me ha pasado a mi cuando vivía allí. Aun no siendo elector por no tener derecho a voto como extranjeros, el diputado de la circunscripción del Estado de Maryland en la que residíamos, respondió personalmente largo y tendido a un email que mi esposa le envió manifestando nuestra preocupación por la modificación de lineas y frecuencias de autobuses en la zona. Aquí ni te acusarían recibo...