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Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal

  Santa Quiteria, Muela Celibian y Fuente Amarga
 

Alguien podría decir que esta excursión no finaliza en un paraje del término municipal de Bubierca y tendría razón. Sin embargo, por esos caprichos que tienen los límites municipales, que no sé quién los trazó, la Muela Celibián es el mojón en el que acaba el término municipal de Bubierca hacia el noroeste. Eso si, la fuente amarga ya es término municipal de Embid de Ariza, pero como mi padre siempre me cuenta que en su infancia de pastor llevaba allí las ovejas a beber porque tenían no se qué acuerdo con los de Embid, pues siempre la tuve rondando por la cabeza hasta que fui a verla (o a imaginarla porque aparte de una balsa, no queda claro donde queda la fuente).

Pero empecemos por el principio (perogrullada) y expliquemos como se va desde el pueblo de Bubierca. En primer lugar, esta excursión recomiendo hacerla en bicicleta porque ambos parajes se encuentran a 12 kilómetros del pueblo a cota novecientos y pico, o sea, unos 300 metros mas altos que el pueblo. Hacerlo a pie puede ser una buena paliza y, la verdad, algunos tramos del camino tienen poca gracia.

Ahí os pongo el mapa y el perfil que he preparado con mi GPS a partir de una de mis excursiones allí en el verano de 2006. Si alguien está interesado en el fichero de la ruta para GPS, que me mande un email y yo se lo mando.

 

Se sale de Bubierca por el Portillo en dirección a Alhama de Aragón. Se pasa el cruce que sube a la autovía y se atraviesa el corto túnel de la carretera. Se continúa por la sinuosa carretera asfaltada que remonta el valle del río Jalón entre montañas. Tras unos dos kilómetros, la carretera se pone paralela a la vía del tren, que queda a su izquierda. En ese punto se puede apreciar que a la derecha se abre un gran valle. Es el valle del río Monegrillo, al que en Bubierca llamamos Valdelloso. Hay que estar atento para tomar el camino de tierra que sale a la derecha justo al acabar la corta recta que discurre paralela a la vía del tren. El camino es muy ancho pues lo transitan camiones que vienen de una explotación de las arenas de cuarzo blancas del pie de la muela de Santa María y que se utilizan para producir vidrio.

En cuanto entres en el camino de tierra, verás a lo lejos, como a kilómetro y medio, el gran viaducto (puente) mediante el que la autovía Zaragoza-Madrid cruza Valdelloso. El camino es bueno y de suave pendiente hacia arriba. Muy cerca ya del viaducto encontrarás la entrada de la explotación de arenas. Sigue el camino de abajo y cruza bajo el viaducto o párate un rato a la sombra del mismo a descansar si quieres. Aunque para descansar lo que te recomiendo es que sigas unos cuatrocientos metros más por el camino principal (salen algunos caminos menores a ambos lados pero no los tomes) y encontrarás una frondosa chopera a tu derecha. Al final de la chopera hay una explanada donde puedes parar y ponerte a la sombra entre los chopos. Eso si, la última vez que estuve por allí estaba muy guarro, lleno de botellas de vidrio rotas, latas oxidadas y basura de plástico así que ten cuidado de donde pasas con la bici o pisas. Tanto Bubierca como Alhama de Aragón van en romería a la ermita de Santa Quiteria en mayo y paran en la chopera. Al parecer algunos no tienen mucha conciencia de que para disfrutar de los parajes hay que tener cuidado de no ensuciarlos…

Ya descansado, sigue ruta, que empieza a ponerse un poco más duro. Lo primero que encontrarás es que de repente el camino va por el lecho seco del río Monegrillo durante unos 150 metros, después sale de él unos 100 metros y se vuelve a meter en el lecho otros 200. De crío he conocido el río, o riachuelo la verdad, con agua corriendo, pero hace ya muchos años que solo corre el agua por unas horas o días tras una tormenta o unos días de temporal. El problema de ese tramo por el lecho es que suele tener mucha grava suelta de gran tamaño y se salta mucho en la bici. De todos modos, las rodadas de los tractores y coches van creando un par de surcos con menos piedras y si sigues uno de ellos se pasan esos tramos sin problemas.

Ahora atención, tras el segundo tramo por el lecho, después de unos chopos (creo que son chopos, ahora no me acuerdo) que se dejan a la izquierda, sale un camino a la izquierda que lo primero que hace es cruzar el lecho del río. Coge ese camino. Siguiéndolo llegarás como a medio kilómetro a un cruce de cuatro caminos en forma de cruz. Si paras ahí, veras a la derecha bajo un farallón rocoso la ermita de Santa Quiteria. Coge el camino de la derecha y vete preparando para una de las subidas más duras, si no la más dura, de la excursión. Además de ser dura por la pendiente, se hace más dura porque el camino está surcado por canalillos hechos por el agua y hay que hacer equilibrios sobre la bici para evitarlos y encontrar la mejor vía para pasar. Y encima de eso, si es la primera vez que subes este tramo, tienes que ir atento de no confundirte de camino porque se bifurca un par de veces. Pero tranquilo que ahora te lo explico.

En la foto de satélite de arriba tienes en rojo la ruta que debes seguir. Tú llegas al cruce que te he dicho arriba por el este. Ahí tomas el camino de la derecha. Ves que al rato sale un camino a la izquierda. No lo cojas. Podrías cogerlo porque es el más directo que te lleva hacia donde te quiero llevar, pero la pendiente es brutal y además resbala tanto que si no tienes una bici con buenas cubiertas no vas a conseguir subir. Mejor sigues por el de la derecha. Ahí verás que en un punto determinado sale a la derecha el camino que sube a la ermita de Santa Quiteria. No lo cojas. Sigue por el que sale a la izquierda. Ese, aunque también empinado, va subiendo más suavemente hasta unirse con el que te he dicho antes que no siguieras. A partir de ahí, donde acaba la línea roja de mi croquis, ya el camino es totalmente claro y basta con seguirlo. La primera parte tiene bastante pendiente y luego se hace más suave, incluso baja un poquito por un momento, pero ya siempre va a ir subiendo y subiendo como ves en el perfil.

El tramo hasta la muela Celibian es largo y se hace pesado pues se atraviesan campos de cereales donde no hay un solo árbol y todo esta muy seco. Son unos cuatro kilómetros de subida continua que se hace más empinada al final, cuando ya se sube al collado de la muela Celibian, el punto más alto del camino. Ahí si quieres puedes subir por un camino muy malo que sale a la derecha unos metros hasta el llano que corona la muela y que tiene un campo de cereal. Tanto hacia el norte como hacia el este, la muela cae en vertical unos metros; desde esos puntos se tienen unas bonitas vistas.

Si volvemos al camino principal y lo seguimos, bajaremos unos cien metros y allí nos encontraremos con un camino que baja a la derecha. Tómalo, es una buena bajada que te lleva por un estrecho barranco hasta una zona abierta en la que encontraras a tu izquierda la balsa que acumula (o donde sale, no sé) el agua de la fuente amarga. No te recomiendo que bebas el agua de la balsa. Es mejor que lleves agua suficiente para toda la excursión.

Y esto es todo. Recuerda que tienes más de 12 kilómetros de vuelta a Bubierca, que aunque son ya cuesta abajo en su mayoría, se hacen con las piernas bien cargadas, así que repón fuerzas debidamente con algo que te lleves para comer y baja con cuidado que algunas de las cuestas son resbaladizas y no serías el primero en irse por el suelo (yo en la bajada de Santa Quiteria casi me estampo una vez) y un amigo de mi hijo mayor tuvo la mala suerte de coger un canalillo que le dobló la llanta y se dio un buen golpe en una rodilla. Ojo entonces, que las excursiones son para divertirse y volver entero.

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