Sub Menu contents
Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

Oficios en Bubierca
 
Actualizada el 27 de febrero de 2013


En un pueblo como Bubierca, rodeado por una rica vega, es obvio que la mayoría de sus habitantes varones mayores de edad se dedicasen en 1890 al trabajo del campo, sea como labradores por cuenta propia, sea como braceros.

Ojo, que el campo también lo trabajaban sus mujeres e hijos. No vayáis a pensar que sólo los hombres iban al campo. Lo que pasa es que, como ya he contado anteriormente, el censo electoral del año 1890, en el que baso esta serie de entregas, solo contenía varones mayores de 25 años.

Dicho esto, aparte de los 11 labradores y 151 braceros, en el censo electoral de 1890 se citan los siguientes oficios:

- Relacionados con la administración municipal

Secretario: Bonifacio Garcia Sanchez
Guardia Municipal: Anselmo Borque Cabronero
Alguacil: Pedro Donoso Bartolomé


- Ferroviarios

Jefe de Estación: Antonio Fernandez Juan
Capataz de vía y obras: José Peña Vazquez
Obrero de vía: Pedro Perales Moya
Empleado: Domingo Perales


- Pastores (pocos me parecen, la verdad, salvo que se dedicasen al pastoreo los hijos menores que, al crecer, pasaban a trabajar en el campo):

Bonifacio Laguna Delgado
Antonio Medarde García
Antonio Palacín Horna
Antonio Sanz Aldea


- Zapateros

José Laguna Delgado
Pascual Latorre Andrés
José Monreal Molina


- Molineros (intuyo que padre e hijo)

Rafael Sauco Garcés
Andrés Sauco Judez


- Herreros

José Marina Marqués
Miguel Sisón Polo


- Del Comercio (entiendo que se debe de referir a tenderos, digo yo)

José Bueno Gil
Isidro Castillo Isla
Mariano Mateo Royo


- Confiteros (¿Será pasteleros o dueños de tascas? Me inclino por esto último porque aun hoy en día a los bares les llaman confiterías en Argentina)

Antonio Marqués Heredia
Felipe Tello Tello


- Camineros (entiendo que se refiere a peón caminero)

Victoriano Borque Vela
Domingo Sisón Henar


- Carpinteros

Blas Sanz Arenillas
Domingo Trigo Escalera


- Cura Párroco

León Cubero Sanz


- Sacristán

Juan Pascual Cid Abián


- Cartero

Desiderio Borque Molina


- Maestro de primaria

Vicente Alcázar Delgado


- Sillero

Raimundo Medarde Sanz


- Tejedor

Jorge Franco Sisón


- Batanero

Narciso Urgel Pardos


¿Y que es un batanero?, os preguntaréis. Yo también me lo pregunté y me puse a buscar en internet. Lo primero que encontré es que el batanero era el que manejaba el batán. Obvio. Y cuando busqué por batán me encontré con algo que no conocía y que me gustó mucho saber:

" El batán (también llamado pisón) es una máquina ideada para batanar o abatanar las telas, es decir, para golpearlas. Cuando se quería que los paños tuvieran una mayor resistencia o un mayor grosor, al salir del telar se les conducía a los batanes donde recibían todo un proceso. Se colocaban en el interior del recipiente o imia bien doblados en zigzag, en una cantidad determinada de metros (varas se decía) y allí se remojaban durante todo el tiempo que duraba el golpeteo o abatanado. A lo largo de la operación se hacían algunas paradas para cambiar de posición los paños y que el desarrollo resultase uniforme. Estas máquinas eran impulsadas por la fuerza de una corriente de agua que hacía mover una rueda, que activaba los mazos que posteriormente golpeaban los tejidos hasta compactarlos. Estas máquinas se utilizaron en España, y la mayor parte de ellas estuvieron en funcionamiento hasta finales del S. XIX."

Efectivamente, a finales del siglo XIX todavía había un batanero en Bubierca.

Me queda tan solo por citar una "curiosa" profesión que consta en el censo electoral de Bubierca de 1890. Se trata de la profesión de "Propietario", o sea, dicho de otro modo, terrateniente ricachón. A nadie le extrañará que aparecen apellidos compuestos como García-Serrano, que ya he citado al hablar del famoso Felipón, o como Gonzalo de Liria, del que en otra entrega describí cómo se le hundió su casa unos años después matando a esposa, suegra y varios hijos. Por cierto, gracias al censo he sabido que la casa estaba situada en la calle Bajera.

No falta en este último grupo el apellido Cabeza, y me llama la atención uno del que nunca había oído hablar: Del Molino Rodrigálvarez.

Seguro que algunos de vosotros ya habéis encontrado entre las personas citadas alguno de vuestros bisabuelos o incluso tatarabuelos. En próximas entregas, más.

 Volver arriba