Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
Tras las
graves inundaciones de abril, el río Jalón siguió dando sustos en su ribera. Ya
no se trataba de lluvia primaveral continuada por varios días, sino de las
temidas tormentas veraniegas, de corta duración, pero de gran
violencia.
La tormenta
que cayó en la zona el día 12 de julio tuvo que ser memorable dado que al día
siguiente seis diarios de tirada nacional se hacían eco de ello de diversa
manera. La Unión del 13 de julio de 1880, El Diario Oficial de Avisos de Madrid
del 13 de julio de 1880, La Correspondencia de España del 13 de julio de 1880 y
La Iberia del 13 de julio de 1880 decían:
El
gobernador civil de Zaragoza, en telegrama de ayer a las nueve de la noche, dice
que según parte de las 6'50 de la tarde, dirigido por el alcalde de Calatayud,
ha avisado al de Alhama que las aguas del río Jalón han experimentado una
extraordinaria crecida, llegando a obtener una altura de 1,80 metros sobre su
nivel ordinario, continuando en aumento.
Se
han adoptado medidas de prevención, avisando a los pueblos de la
ribera.
El
gobernador salió anoche para los puntos inundados.
Si la
noticia anterior es correcta, me imagino los "bonitos" calificativos que el
alcalde de Alhama habrá dedicado a su colega de Calatayud por avisarle de algo
que es obvio que ya conocía y sufría porque ... la localidad de Alhama de Aragón
está a unos 28 kilómetros aguas arriba de Calatayud, luego es obvio que la riada
pasó antes por aquel pueblo.
El Imparcial
del 13 de julio de 1880, además del telegrama del gobernador, publicó lo
siguiente:
El
tren descendente número 7 estaba detenido cerca de
Alhama.
Otros
telegramas anuncian que a las dos de la tarde el tren mixto se vio forzado a
detenerse un momento en la estación de Ariza: el agua llegaba hasta los estribos
de los coches, pero el maquinista siguió adelante y logró sacar a salvo el tren.
Otro de mercancías que venía detrás no pudo hacer otro tanto y sigue allí
detenido.
Por
último, despachos del alcalde de Santa María de la Huerta participan haber
descargado sobre la villa una horrible tormenta, sin que afortunadamente
ocurriera desgracia alguna personal.
El Siglo
Futuro del 13 de julio de 1880 explicaba la misma noticia de forma ligeramente
diferente:
Los
viajeros del tren mixto de Aragón se vieron ayer, a las dos de la tarde,
desagradablemente sorprendidos en las inmediaciones de la estación de Ariza con
una terrible tormenta que descargó sobre aquel término en agua y pedrisco con
proporciones verdaderamente espantosas.
Las
aguas inundaron la vía, y hubo momentos en que se creyó imposible que el tren
pudiera continuar su marcha, lo que se consiguió gracias a la serenidad del
maquinista y a las excitaciones de varios viajeros.
Un
tren de mercancías, que venía detrás del mixto, tuvo necesidad de detener su
marcha.
"Las
excitaciones de varios viajeros", dice. ¿Qué significa? Que los pasajeros
alentaban al maquinista para avanzar, supongo. Eso si, sería voz en grito,
claro, para que les escuchase desde la
locomotora.
Al día
siguiente, tras todas las informaciones que he citado hasta ahora, va el diario
La Iberia y se descuelga con lo siguiente:
Las
noticias acerca de la crecida del río Jalón no tienen la importancia que se
creyó en un principio, y las pérdidas que ha ocasionado son de escasa
consideración.
¡Toma
castaña! Yo le hubiera puesto a ese redactor cara a cara con el alcalde de
Alhama, a ver si se atrevía a repetir esa
opinión.
Un mes
después, el río Jalón volvió a dar otro aviso. La Epoca del 12 de agosto de 1880
y El Liberal del 12 de agosto de 1880 comunicaron lo siguiente a sus
lectores:
Según
telegrama dirigido por el gobernador de Zaragoza al ministro de la Gobernación,
el río Jalón estaba creciendo de un modo considerable, aunque hasta la fecha no
se tenía noticia de que hubiera ocasionado ningún
destrozo.
Lo gracioso
es que al día siguiente, la edición de La Iberia del 13 de agosto de 1880 decía
así:
La
crecida del río Jalón, que anunció anteanoche el gobernador de Zaragoza, no ha
debido tener importancia ni causado daños, puesto que hoy no se ha recibido
noticia alguna en los centros oficiales referente a la
crecida.
Definitivamente, había alguien en la redacción de ese diario empeñado en
restar importancia a las desgracias de la comarca de Calatayud. Se atreve a
afirmar que no fue nada porque no ha recibido ese día telegrama alguno sobre el
tema.
Lamentablemente para nuestra comarca, en los últimos días de ese mismo
mes de agosto de 1880 aquel redactor no pudo actuar de igual manera, pues las
noticias que llegaban de la tragedia que allí se estaba produciendo eran
inequívocas. Pero eso lo contaré en el siguiente episodio de esta serie sobre el
rio Jalón y Bubierca.