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Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

Crónicas locales de 1895
 
Actualizada el 13 de junio de 2012

 

Tras la gran avenida y la que se produjo días después durante la visita del gobernador provincial, empezaron a llegar algunas crónicas de corresponsales y habitantes de los pueblos afectados. En ellas se repiten algunas de las noticias ya citadas en entregas anteriores; sin embargo, aportan datos nuevos y mucho más esclarecedores de las penurias que los afectados tienen que pasar tras las catástrofes naturales. Para los medios de comunicación las noticias de las catástrofes naturales suelen terminar cuando las aguas de los ríos baja, o los volcanes dejan de echar lava, o la tierra deja de temblar. En muy pocos casos vuelven meses o años después para ver como es la vida de la gente que fue afectada por tales desgracias.

 

El Siglo Futuro del 27 de septiembre de 1895 incluyó una extensísima información sobre las inundaciones que paso a transcribir a continuación:

 

En Aragón

 

Según noticias oficiales, los pueblos de Ateca y Alhama se hallan inundados, llegando las aguas a los pisos primeros de las casas.

 

Témense hundimientos.

 

Han sido destruidas algunas casas de campo por la fuerza de las corrientes.

 

Aseguran algunos ancianos no haber visto nunca tan desastrosa inundación.

 

El pánico es grande, pues la lluvia torrencial no cesa.

 

Otra riada formidable se produjo ayer, tras horrible noche de angustia.

 

El vecindario esperaba la catástrofe.

 

Las casas estaban desalojadas. El espectáculo era desgarrador. Las vegas, totalmente arrasadas, se han convertido en eriales.

 

Algunos edificios en el campo estaban inundados. Muros de un metro de espesor habían sido derribados por las aguas. Varios colonos sorprendidos por la avalancha subieronse a los tejados, pidiendo un auxilio que era imposible prestarles.

 

Las autoridades ordenaron a los vecinos que se alejaran de las casas en una distancia de 500 metros.

 

Los barrios de Campiel y Huérmeda están inundados también.

 

En Ateca se han inundado las casas hasta el primer piso, teniendo los vecinos que huir locos de espanto, después de arrojar por las ventanas los muebles y objetos que poseían, que quedaron enterrados en el fango de las calles.

 

Alhama está totalmente inundado. De los balnearios fueron los bañistas sacados en hombros.

 

Los vecinos se han refugiado en los montes. La iglesia está convertida en una balsa. Han desaparecido algunas imágenes.

 

Las cosechas se han perdido. Las fincas están completamente arrasadas.

 

Las pérdidas ascienden a algunos millones.

 

El gobernador civil, una comisión de la diputación provincial y el diputado a Cortes por este distrito, han visitado Ateca y Alhama.

 

Han hecho pequeños donativos el gobernador, el Ayuntamiento de Zaragoza y varios particulares.

 

Ha llegado personal facultativo y de la Cruz Roja.

 

Centenares de obreros trabajan en la recomposición de la vía; pero así y todo no habrá posibilidad de hacer trasbordo antes del miércoles próximo.

 

En la actualidad hay 200 viajeros detenidos en Ariza y otrod muchos en Bubierca.

 

Algunos se encuentran sin recursos y en situación apuradísima.

 

Hay un puente cuarteado entre Ariza y Bubierca.

 

He visitado los pueblos inundados para poder comunicar detalles fidedignos de este gran desastre.

 

El aspecto de la comarca inundada es tristísimo y desolador. Alhama y Ateca han padecido muchísimo. En ambos pueblos se han visto bastantes casas hundidas y otras en inminente peligro.

 

Ha descargado una terrible tormenta en todo el término inundado, ocasionando una nueva avenida del Jalón.

 

La vega y la población baja se ha inundado de nuevo.

 

Repáranse activamente los desperfectos de la vía férrea.

 

Está obstruido el túnel núm. 11 y destrozada la vía en un trecho de más de cien metros.

 

Trabajan cerca de 1.000 hombres, y así y todo es seguro que la reparación costará quince días.

 

Se teme que la nueva avenida ocasione mayores desastres.

 

Los diputados a Cortes y provinciales acaban de regresar de su visita a los pueblos damnificados.

 

Se sabe que el temporal ha producido también daños de consideración en Montreal, Zatina y Santa María de Huerta.

 

El gobernador civil ha recorrido los sitios donde la avenida ha causado más estragos.

 

Todo el término municipal de Alhama está inundado; en la población las aguas penetraron hasta una altura de metro y medio.

 

En la iglesia el cuadro es desconsolador; imágenes, retablos y bancos forman un montón.

 

De acuerdo con el arquitecto provincial, se han adoptado las disposiciones convenientes para evitar desgracias en los edificios ruinosos.

 

Se procede sin descanso a desaguar casas y limpiar calles, habiendo facilitado la diputación provincial el personal y material necesario.

 

El señor Obispo de Tarazona ha atendido con una solicitud digna de encomio los más necesitados, y la Cruz Roja ha repartido la ropa blanca de que podía disponer entre los que más han sufrido.

 

El comportamiento de la Guardia civil del puesto de Alhama ha sido heroico.

 

¿Que decir del texto anterior? Un lenguaje telegráfico e inconexo; mezcla y repite noticias de varios pueblos sin ordenarlas; va y vuelve de un pueblo a otros resultando en una mezcla confusa de frases cortas. Además en algunas frases se habla en primera persona y nadie firma la noticia.

 

Aún así hay varias cosas que me han llamado la atención y merecen alguna aclaración o reflexión. La primera es una aclaración: Campiel y Huermeda son poblaciones próximas a Calatayud.

 

Me pregunto, por otra parte, por qué los vecinos que veían que se les inundaban las casas se dedicaron a "tirar los muebles por las ventanas". ¿Con qué finalidad, si la calle estaba inundada también?

 

¡Y qué decir también de Montreal y Zetina! Se nota que quien redactó la noticia no tenía ni idea de donde está el río Jalón y qué pueblos y terrenos atraviesa. Prueba de ello es que dice que "todo el término municipal de Alhama está inundado". Hace falta ser exagerado. No puedo dejar de imaginarme un diluvio universal cubriendo la muela de Santa María, como doscientos metros más elevada que el cauce del río Jalón por Alhama.

 

Por último, pero quizás lo más importante, en mi opinión, de la noticia, quiero hablar de la frase en la que se dice que el túnel núm. 11 estaba obstruido. Ese túnel es el del Portillejo, que da paso al tren desde Los Molinares a la zona de la estación de Bubierca (la carretera también tiene un túnel en el mismo punto). Pues bien, para que se obstruya el túnel con los acarreos del río hace falta que el agua se encuentre atravesandolo con fuerte corriente, lo que quiere decir que el nivel del agua llegó hasta allí. Es fácil deducir, por lo tanto, que en esa zona el nivel del agua subió al menos unos 5 metros sobre su cauce normal. A ello contribuye un fenómeno que ya relaté en la entrega sobre el ferrocarril y el río al hablar de la modificación del cauce del río por el ferrocarril en Los Chorros. Aquí es más difícil de observar, pero para que la vía venga en línea recta desde Valdelloso hasta el túnel del Portillejo se realizó una modificación del trazado del Jalón, reduciendo así su área de inundación y, sobre todo, reduciendo su desagüe bajo el puente de Los Molinares. Es por ello por lo que el río alcanzó tan fácilmente una cota suficiente para pasar el agua por dentro del túnel. Algún día mostraré fotos e imágenes de satélite que muestren lo que digo con más detalle.

 

La crónica anterior me sirve para que se compare con la que voy a transcribir a continuación. Se trata de una carta escrita por alguien que estaba en el lugar de los hechos cuando se produjeron. La Epoca del 27 de septiembre de 1895 publicó lo siguiente:

 

DESDE ALHAMA

 

Nuestro distinguido amigo y colaborador Sr. Cases, que se encuentra en aquel balneario, nos dirige la siguiente carta:

 

«ALHAMA DE ARAGON 24.— La avenida del Jalón nos sorprendió anoche a las siete y media; desbordado el ... (hay una linea ilegible) ... aguas a las diez una altura de tres metros por los sitios bajos del pueblo, cerca de dos metros por la parte enclavada al nivel de la carretera, y dos metros y medio hacia el Mediodía de la fachada de las Termas.

 

Como San Fermín, baños de Guajardo y Termas de Matheu son edificios de buena cimentación y firmes muros de gran espesor, había relativa confianza; mas fue imposible evitar la alarma producida por la colonia de bañistas que en la actualidad se aloja en los citados establecimientos.

 

Hasta la hora que le escribo (nueve y media de la mañana) no se conocen otras desgracias que el hundimiento de tres casas y la destrucción de los sembrados en cuanto alcanza la vista desde la altura del castillo, enclavado en la cúspide de una de las montañas más elevadas.

 

No hay que lamentar, pues, desgracias personales, y la tranquilidad de los bañistas cesó desde el momento del descenso de las aguas, que comenzó a las doce de la noche.

 

Ni en la sala de baños, ni en la de inhalaciones de la cascada, ni en el lago, barrio de San Roque y estación ha ocurrido desperfecto alguno.

 

El puente que en los jardines de las Thermas conduce al camino de la cascada y estación, ha sufrido algo, mas puede circularse a pie perfectamente.

 

Los daños en pérdidas de ganados, muebles y efectos de las casas del pueblo, no pueden apreciarse en este momento, por ser imposible penetrar en muchas de las habitaciones de la parte baja.

 

Afortunadamente la socavación se efectuó por el lado de la montaña, quedando en algunos sitios en bastante mal estado la carretera, sin llegar a impedir el tránsito.

 

La Guardia civil, desde los primeros momentos prestó los auxilios que era posible, dada la escasez de medios de que aquí se dispone.

 

No hay noticias del estado de la vía; no ha llegado tren ninguno de Zaragoza ni de Madrid.

 

El día se ha presentado con celaje gris y muy cerrado; no es probable se repita la avenida por la gran cantidad de agua que ha caído desde las cinco de la tarde de ayer hasta las seis de esta mañana.

 

Si ocurre alguna novedad digna de mención, escribiré o telegrafiaré.— Cases»

 

El amigo Cases, o escribió la carta muy apresurado, o no fue bien entendido por quien la transcribió en la imprenta del diario. Lo digo porque en dos ocasiones se contradice dentro de una frase; la primera cuando dice que la tranquilidad de los bañistas se acabó al descender las aguas (debería ser, entiendo, intranquilidad) y la segunda cuando dice que no se espera nueva avenida pues lleva cayendo una gran cantidad de agua desde el día anterior (yo creo que sobra la palabra no, pues hubo segunda avenida como ya se ha contado en esta entrega y anteriores).

 

Me gusta que, a pesar de tratarse de un relato de daños, hace un recorrido por los puntos importantes de Alhama en esa época: el castillo, el lago, la cascada, las termas de Guajardo, las de Matheu, las de San Fermín (?), la estación ... Curiosamente no dice nada de los daños de la iglesia.

 

Bueno, pues aunque tengo mucho más material sobre las inundaciones del Jalón de 1895, creo que con esta entrega y las anteriores la he descrito suficientemente. Así que la próxima entrega de esta serie sobre el río Jalón versará sobre otro año.

 
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