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Bubierca

Página no oficial de Rodolfo Lacal

Una curiosidad de Ateca
 
Actualizada el 18 de junio de 2012

 

Para relajar un poco el tono catastrófico de las anteriores entregas, me permito en esta traer un caso simpático y gracioso ocurrido en Ateca en 1897 en relación con el río Jalón.

 

Este caso muestra que para algunos las inundaciones de 1895 no les vinieron mal, solo que su pequeña fortuna les llegó dos años después.

 

El Diario de Avisos de Madrid del 11 de septiembre de 1897 fue el primero en hablar del asunto en los siguientes términos:

 

En Ateca (Zaragoza) más de 200 personas de la clase pobre se ocupan en remover los escombros acumulados en las orillas del río Jalón, donde se han hallado onzas, medias onzas y centenes de oro.

 

Van encontrados ya, próximamente, unos 8.000 reales.

 

Los escombros proceden de hundimientos ocasionados por las inundaciones del año 1895.

 

El Correo Militar del 13 de septiembre de 1897 daba algún detalle adicional:

 

Buen hallazgo.

 

En Ateca y debajo del puente colgante sobre el río Jalón, han sido encontradas una onza de oro y varias monedas de ocho y de cinco duros, que se supone proceden de alguna de las bodegas y casas que se inundaron hace dos años.

 

Y El Globo del 14 de septiembre de 1897 y El Siglo Futuro del 14 de septiembre de 1897 contaban de esta forma cómo acontecieron los hechos:

 

En la importante villa de Ateca (Zaragoza) limpiaba un peón caminero el desague de una alcantarilla debajo del puente colgante sobre el río Jalón, cuando encontró una moneda, que creyó un duro falso amarillo.

 

Examinada detenidamente, se vio que era una onza de oro legítima.

 

Suspendió el trabajo filosóficamente el peón caminero y con un compañero se fue a celebrar el hallazgo.

 

Al divulgar la noticia, recordaron algunos que en el mismo sitio encontró quince días antes el hijo de un sillero un centén reluciente y seductor.

 

Ante estos dos ejemplos acudieron varios exploradores en diferentes días y horas y encontraron monedas de cinco duros y de ocho.

 

Hechas las investigaciones oportunas, súpose que las basuras y escombros en que se encontraba el tesoro procedían de las bodegas y casas de la calle Real de Ateca, que se inundaron hace dos años.

 

Gran número de personas han acudido al desague de la alcantarilla, a orilla del Jalón, han removido tierras, han cernido escombros, y a estas horas han desaparecido aquellos montones de materias no bien olientes.

 

Por lo visto, el hallazgo no solo sirvió para aliviar la economía de muchos pobres atecanos, sino que el Ayuntamiento vio cómo le limpiaban gratis el desagüe del alcantarillado.

 

 

 

 
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