Bubierca
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El año 1902 fue uno de esos en los que parece que la naturaleza va avisando que anda la cosa revuelta. El primer aviso no tardó en llegar y así lo reportaba La Correspondencia de España del 8 de febrero de 1902: :
Crecimiento del Jalón
Calatayud 7, 10'5 m.
La nieve se ha derretido rápidamente, siendo causa de que el río Jalón haya aumentado dos metros sobre su nivel ordinario — LATORRE
Poco más tarde, otro aviso, también contado por el mismo diario, La Correspondencia de España, en su edición del 1 de marzo de 1902: :
El Jalón
Calatayud 28, 1'40 m.
El río Jalón ha experimentado una gran crecida, inundando los terrenos ribereños. Ahora empieza a decrecer.
El tiempo sigue lluvioso. No hay noticias de desgracias. —Latorre
Por suerte la primavera no trajo ni temporales ni tormentas, dando un respiro a los agricultores. Sin embargo, en plena vendimia (supongo) llegó ese temporal que a finales de agosto o en septiembre azota algunos años nuestra comarca. De hecho, cuando escribo esta entrega escucho en una radio española que hoy, 10 de septiembre de 2012, se han producido fuertes tormentas en la provincia de Zaragoza. Uno de los primeros diarios en hacerse eco de ello fue El Pais del 11 de septiembre de 1902: :
El temporal en Ateca
(por correo)
(de nuestro corresponsal)
Señor Director de El Pais.
Desde el día 7 por la noche se han estado sucediendo terribles tormentas, que arrojaban enormes cantidades de granizo y agua.
En Villalengua, Aniñón y Torralba la cosecha de uva ha sido destruida por completo.
En esta villa aun no se sabe el daño causado por la terrible inundación de que toda la población ha sido víctima.
De Alhama, Ariza, Salinas de Medinaceli y otras poblaciones se han estado recibiendo telegramas sin cuento, anunciando grandes crecidas en el río Jalón, y recomendando a todos los pueblos, éste inclusive, la necesidad de adoptar medidas de precaución.
En efecto, serían las doce de la pasada noche, cuando el río crecía a palmos, arrastrando cuanto encontraba a su paso; poco después las calles de la Libertad y del Río veíanse inundadas en su totalidad. En la primera, el agua rebasaba los primeros pisos de los edificios, y por lo tanto en los establecimientos se ha perdido infinidad de género. Los habitantes de las calles citadas retiraronse a pernoctar a los barrios altos, por lo que, afortunadamente, no han ocurrido desgracias personales.
La desolación es grave.
Los hortelanos se encuentran consternadísimos, pues ven sus frutos perdidos; en algunas fincas rústicas hay un metro de cascajo.
En una huerta, propiedad de la señora viuda de Millán, se han parado, arrastrados por la corriente, dos árboles que medirán quince metros de largo.
En los almacenes de vinos y cereales, los perjuicios son incalculables.
Comunicaré más detalles.
Queda de usted, señor Director, afectísimo amigo y correligionario.— El Corresponsal
Ateca, 9 Septiembre, 1902.
Ese mismo día, otro diario hizo una extensa reseña de las inundaciones, mezclando información recibida por telégrafo y por correo. Se trata de La Correspondencia de España del 11 de septiembre de 1902:
EL TEMPORAL
En Zaragoza
Telegramas oficiales. 10, 1,80 m.
Gobernador a ministro.
En este momento regreso de la estación de Ricla por haberme encontrado cortada la línea férrea en una extensión de trescientos metros entre Ricla y Morata de Jalón, por haberse llevado el río todo el terraplén y traviesas, cuya recomposición no podrá verificarse hasta el día de mañana.
Para realizar los trabajos he auxiliado a la Compañía con herramientas de la Diputación y conducido en el tren obreros y traviesas.
También debo manifestar a V.E. que el tren especial que me conducía, a su regreso a ésta ha quedado convertido en tren de viajeros a servicio de la Compañía.
En el pueblo de Saviñán se ha inundado parte de la población, desalojando las casas por amenazar ruina.
En Brazales y Puente de los Ríos se han originado grandes daños y han quedado incomunicados dichos pueblos con la vía férrea.
El pueblo de Calatorao también quedó aislado con la vía férrea.
En Ricla la inundación ha arrasado gran parte de la huerta.
Empiezan las aguas a descender.
He pedido conferencia telegráfica con Ateca y Calatorao.
Más detalles
Zaragoza 10, 10,50 n.
Gobernador a ministro:
Según anuncié a V.E. he conferenciado con el alcalde de Ateca y me asegura que las aguas han vuelto a su nivel ordinario.
También me dice además, que bajo la dirección del ingeniero jefe de obras públicas, a quien ordené ayer se personase en Ateca, desde Calatayud donde se encontraba, se han hecho los desagües de las casas inundadas, quedando para mañana la limpia de los limos, con el fin de evitar que el estancamiento de las aguas altere la salud pública.
Además, me asegura que dentro de veinticuatro horas quedará todo normalizado, no preocupándole más que el triste porvenir que aguarda a aquellos honrados vecinos por las grandes pérdidas que han experimentado y que calcula en 200.000 pesetas.
En vista de las manifestaciones del alcalde, asegurándome que no es necesaria mi presencia, desisto del viaje.
También he conferenciado con el alcalde de Calatayud, quien me ha asegurado que el río ha decrecido muchísimo, que está ya despejado y que se han restablecido las comunicaciones; manifestándome además que no han ocurrido desgracias personales, que la vega continua inundada, siendo los daños de consideración, y que los desperfectos causados en el kilómetro 276 han sido reparados, circulando los trenes con regularidad.
En Alhama de Aragón
Por correo
Nuestro corresponsal nos comunica, entre otros, los siguientes interesantes detalles de la inundación:
A las tres de la tarde empezó la crecida del río Jalón a invadir la población, y los vecinos se apresuraron a desalojar las viviendas, instalándose en las casas situadas en la parte alta del pueblo. La circunstancia de haber sido de dia la crecida ha evitado muchas desgracias. En la mayor parte de los edificios ha alcanzado el agua dos metros de altura. En la iglesia quedaron los altares cubiertos. El establecimiento de baños de D. Ramón Guajardo, donde hay gran concurrencia, quedó anegado totalmente en su planta baja, refugiándose los bañistas en los pisos altos sin abandonar el edificio, confiados en que les defendía la sólida construcción del mismo.
Me han referido los que pasaron la noche en dicho balneario, que hubo momentos de angustia, viéndose en medio de un inmenso lago que alcanzaba dos metros de altura. Las señoras, principalmente, no asistieron al comedor y pasaron la noche en vela. Estaban tomadas precauciones, estableciendo un pequeño puente desde los balcones del edificio a la vía, para el caso de tener que desalojar la casa.
Hay varias cosas de la extensa noticia que valen la pena comentar. La primera es que en el primer telegrama del gobernador se da a entender que la Diputación provincial cuenta con un tren en propiedad y que lo prestó a la Compañía ferroviaria. Es la primera vez que veo algo así. A mi me parece que es un tren propiedad de la compañía ferroviaria que en caso de necesidad lo alquilaba a la Diputación. En cualquier caso me quedo con la duda ante lo descrito por el gobernador.
La segunda cosa que quiero comentar es todo un misterio. En su telegrama, el gobernador cita los pueblos de Brazales y Puente de los Ríos. Pues bien, esos pueblos no existen, y no he encontrado referencia alguna de que existieran alguna vez. Podría ser que se tratase de pequeños caseríos pertenecientes a otro pueblo, como por ejemplo el hoy deshabitado caserío de Santa Quiteria, perteneciente a Bubierca.
En tercer lugar, me alegra que ya en esa época se tuviera clara conciencia de que las aguas estancadas eran un problema para la salud pública.
Y por último sobre el artículo anterior, reseñar lo duro que debía de ser viajar en tren en aquella época. El gobernador, por ejemplo, desistió de ir a Ateca. No me extraña porque yo este verano de 2012 bajé a Zaragoza en el tren y todavía es un viaje de dos horas de duración, con un aire acondicionado flojito para los calores que nos hicieron en agosto.
El escaqueo del gobernador al final no se consumó, no sé si porque recapacitó o porque le obligaron. Así lo demuestra lo publicado en El Liberal del 17 de septiembre de 1902:
INUNDACIONES EN ARAGON
Zaragoza 16 (5-35 t.)
El gobernador civil ha regresado de su visita a Ateca, Alhama, Calatayud, Paracuellos de Jiloca, Saviñán, Morata, Calatorao y Plasencia, donde los últimos temporales de lluvias produjeron las inundaciones de que oportunamente di cuenta.
El personal facultativo que acompañó al gobernador ha tomado nota de las obras que es preciso realizar, si se quiere que no se repitan las inundaciones en caso de sobrevenir otros temporales.
Entre ellas figura, como la principal, aumentar el cauce del río Jalón, hoy insuficiente para contener el caudal de otros ríos afluyentes y barrancos.
De la inspección verificada por el gobernador, resultó ser Ateca la población más perjudicada por las últimas inundaciones, calculándose en 250.000 pesetas las pérdidas en las vegas y en 100.000 las que han sufrido los edificios.
El gobernador ha dejado en todos los pueblos donativos y ofrecido interesar al Gobierno para que fomente las obras públicas con objeto de aliviar la situación de la clase jornalera, que será muy crítica en el próximo invierno si no se le facilita trabajo.
Por el momento, lo que más apremia parece ser el saneamiento de las poblaciones inundadas, donde peligra la salud pública como consecuencia de la gran cantidad de fango acumulada.
Los Municipios de los pueblos citados carecen de recursos propios, y lo mismo le sucede a la Diputación provincial.
El ministro de la Gobernación ha prometido atender a los damnificados; pero, a pesar de esto, irá a Madrid una Comisión, compuesta por los alcaldes y diputados a Cortes y provinciales, para gestionar la concesión de auxilios.
El gobernador visitó el Hospicio de Calatayud, donde se ha desarrollado, con carácter... (falta texto) ... y algunos se quedarán ciegos.
La causa de la epidemia es el abandono en el que el Hospicio se encuentra, y acerca de esto el gobernador llamó la atención de los diputados provinciales.
Se han adoptado medidas para corregir las deficiencias observadas. — Marlón.
La anterior noticia me resulta conocida. Contiene todos los buenos propósitos de los políticos después de una catastrofe. Por supuesto se crea una comisión que seguro no sirvió más que para pagar un viajecito a los de siempre a Madrid. Y no me cabe la menor duda de que no se hizo nada, como demuestra que todavía hace pocos años, creo que en 2003, las aguas volvieron a inundar la plaza y calles bajas de Ateca.
Y al hilo de eso, aqui viene la sorpresa de esta entrega. Resulta que los diarios españoles de la época, salvo en reportajes extensos, no incluían fotos junto a las noticias. Sin embargo, he encontrado en una publicación de Buenos Aires, en concreto en Caras y Caretas del 25 de octubre de 1902, la siguiente foto:
Es una foto de una calle de Ateca. Es curioso que el techo del arco está hoy en día, exactamente cien años después, igualito.
Y para acabar el año, el Jalón dio otro susto en su ribera baja, tal como informó El Pais del 12 de diciembre de 1902:
Inundaciones
Zaragoza 11 (11 n.) — Telegramas de Paracuellos dicen que a consecuencia de los temporales se ha desbordado el río Jalón inundando la vega.
¡Vaya añito!