Bubierca
Página no oficial de Rodolfo Lacal |
No me cabe
duda de que los dos principales factores por los que no se desarrolló la
industria en Bubierca, a diferencia de sus vecinos Ateca y, en menor medida,
Alhama, fueron la falta de terreno apropiado y la falta de
agua. En aquellos
tiempos de la revolución industrial, un municipio como Bubierca, en el que su
angosta vega se aprovechaba al máximo para la subsistencia de su población, no
se contaba con terrenos llanos para instalar factorías. Solo se salva la zona de
Valdelloso más allá de la chopera. Pero allí el problema es el segundo: el río
Monegrillo, aun en aquellos tiempos en que no era intermitente como ahora, tenía
un caudal insuficiente para una industria. Aun así, se puede citar
alguna actividad, digamos, fabril. Por ejemplo, el molino, que era considerado
como una fábrica de harinas, tal como se deduce de la noticia aparecida en La
Propaganda del 15 de marzo de 1890: El
que quiera interesarse en la compra de una bonita fábrica de harinas
perfectamente montada a la moderna situada en el pueblo de Bubierca, provincia
de Zaragoza, por donde atraviesa el río Jalón y ferro-carril del Mediodía, puede
avistarse con su dueño Andrés Saúco Judes, vecino del mismo, quien la vende a su
propia voluntad. Tanto del
molino, como de quien ahora descubrimos fue su dueño, he hablado en otras
ocasiones. Andrés Saúco fue víctima de un robo en 1862, que describí en "Ladronzuelos". Si se trata del mismo, ese hecho se
produjo 28 años antes de la venta del molino, lo que me hace pensar que lo
vendía por tener Andrés ya una avanzada edad. También me
refiero al molino en la "Introducción de Curiosidades"
cuando hablo de la placa de hierro, quebrada y oxidada, que apareció en el
corral de mi casa. Hubo otro
tipo de industria, que me atrevería a calificar mejor como amago de industria,
del que todavía hay diversos vestigios: la minera. En la actualidad hay una
explotación de arenas de cuarzo que las extrae de lo que los geólogos llamamos
"Formación Utrillas". Está situada, como todos sabéis en Valdelloso, justo antes
del viaducto de la autovía. El amago de
industria al que me refiero no tiene que ver con la explotación de esas arenas
cuarcíferas blancas de uso en la producción de vidrio. De lo que hablo es de las
minas que en su mayoría intentaron, y solo una me consta que consiguió, explotar
comercialmente los sulfuros metálicos de los filones hidrotermales encajados en
las cuarcitas y pizarras del Ordovícico, tan abundantes en el término municipal
de Bubierca. Sobre el inicio, expansión y declive de esa minería he recopilado,
junto con Reyes, tanta información que comenzaré en breve una nueva serie
temática de entregas. Por ahora os dejo la muestra de que hubo una mina que
consiguió extraer un producto comercializable. Lo comprobaréis al leer el aviso
que se publicó en el Diario
de Avisos de Madrid del 25 de marzo de
1857: SOCIEDAD
MINERA LA
ARAGONESA RESTAURADA Autorizada
la junta directiva por la general de señores accionistas para la venta de una
partida con mineral de plomo con ley de plata, procedente de su mina CERES sita
en el término de Bubierca, provincia de Zaragoza y próxima de la carretera de
esta corte a aquella capital, se admitirán proposiciones no solo para la
expedición de aquellas existencias, sino respecto a los arranques ulteriores,
calculados próximamente en mil quintales mensuales. Las proposiciones se
recibirán de 10 de la mañana a dos de la tarde hasta el 31 del actual en la
calle del Carmen, número 7, tienda, donde estarán de manifiesto las muestras.—
el presidente Mariano Sanz de Muñoz. La mima
CERES es la que actualmente conocemos como La Pedriza. No digo más porque tengo
mucho que contar sobre ella, y sobre las muchas otras minas, o intentos de mina,
que hubo en Bubierca y alrededores.