Bubierca Página no oficial de
Rodolfo Lacal |
Página actualizada el 5 de noviembre de 2012
A la hora de
caracterizar una población hay ciertos rasgos físicos que se
utilizan sea cual sea el tamaño de esa localidad. Sus edificios públicos, sus
iglesias, su paisaje son algunos de ellos, y en mayor o menor medida ya los he
tratado en esta página. Hay, sin embargo uno al que no le he prestado hasta ahora mucha atención. En realidad hay dos, pero al menos al ferrocarril le he reservado un apartado en el
que aun no he puesto nada.
El rasgo físico al que me refiero es el río. En el caso de Bubierca, su río, el
Jalón, es su propio origen. Bubierca no existiría si no fuese porque aquellos celtíberos de hace
más de dos mil años decidieron que ese punto junto al río, frente a la actual localización de nuestro
pueblo, era el lugar apropiado para establecer sus precarias viviendas. Fue el río Jalón el que les
proporcionó agua a ellos y a los animales que cazaban. Y fue también el río Jalón el que, con
sus aguas desbordadas cada cierto tiempo, horadó el valle actual y depositó los ricos limos en los que desde entonces se cultivan y producen frutas y hortalizas de reconocida reputación en toda
España. ¿Exagero? No. Yo mismo vi, cuando era estudiante, en un mercado barcelonés
próximo a Las Ramblas vender "Bisaltos de Ateca". ¿Y qué decir de las
judías verdes o de la borraja de nuestra huerta? Y ya no digamos lo buena que es esa pera
"roma", o la pera de agua, o los melocotones que produce (ahora menos) la vega
de Bubierca.
De esos periodos, cortos pero violentos, de crecida del río Jalón hay más de medio
millar de referencias en los diarios y revistas del siglo XIX y del XX antes de
la guerra civil. Son pocas las referencias en la primera mitad del siglo XIX,
cosa lógica si tenemos en cuenta que había pocos diarios y que hasta la llegada del telégrafo y el
ferrocarril las noticias llegaban con cuentagotas a las grandes ciudades.
El "boom" de
la prensa escrita en la segunda mitad de ese siglo trajo la
proliferación de noticias
de los pequeños pueblos
mediante telegramas enviados por los corresponsales. Por ello, son muchas y muy
detalladas las noticias que he recopilado sobre las inundaciones del
río
Jalón en las
últimas
décadas de ese
siglo.
Ya en el
siglo XX, quizás por la
especialización de los
periodistas, quizás porque las
grandes urbes generaban ya un gran número de
noticias, las provenientes "de provincias", o sea, de pequeñas
localidades o de comarcas alejadas, como era en ese momento la de Calatayud, a
varias horas de tren de Zaragoza o Madrid, ya no parecían tener el
mismo reflejo en los diarios. Con ello, las crecidas y sus efectos dejaron de
ser tratadas con tanto detalle.
Cuento con material para escribir un libro. ¿Cómo hacer para resumir de forma interesante toda esa información y no caer
en una anodina sucesión de fechas y
datos? Va a ser difícil, pero lo
intentaré. Lo que
tengo claro es que lo debo dividir por episodios. El primero, sin duda,
debería ser una
lista de fechas de riadas del Jalón. Sin
embargo, por lo dicho anteriormente de no caer en demasiado tecnicismo propio de
mi profesión,
empezaré con algo que
no tiene que ver específicamente con
Bubierca y que da idea de hasta qué punto puede
llegar a afectar (o no) una riada en el Jalón. A esta
primera historia iré
añadiendo
muchas más.
Intentaré incluir
aquellos artículos o
relatos que, más alla de dar
cifras o datos escuetos, cuenten historias de personas afectadas. Y me
permitiré en algunas
páginas salirme
del contexto de Bubierca para contar sucesos de la comarca, tanto en el
río
Jalón como en el
Manubles y el Jiloca, que creo deben ser recordados.
Dicho todo lo
anterior, aquí
están las
páginas que
iré colgando
poco a poco: